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Por Natalia Brusa

¿Qué es una noticia? ¿Quién define o decide que hecho es una noticia? La agenda de los medios muchas veces echa por tierra lo que los periodistas conocemos y hemos aprendido como “criterios de noticiabilidad”.

La imagen de Luciano Benjamín Menéndez y Jorge Rafael Videla juntos en el banquillo de los acusados en un juicio de lesa humanidad, históricamente hubiese sido considerada una noticia de primera plana.

Sin embargo, este acontecimiento histórico sólo fue jerarquizado de esa manera por medios que sí consideran que los juicios de lesa humanidad son noticia y no existió como tal en medios que creen que “no les interesan a la gente”.

Es por ello que coincido con Mauro Wolf en que “la noticiabilidad corresponde al conjunto de criterios, operaciones, instrumentos con los que los aparatos de información abordan la tarea de elegir cotidianamente, entre un número imprevisible e indefinido de acontecimientos, una cantidad finita y tendencialmente estable de noticias .”

La agenda de los medios y los derechos humanos

En los cuatro juicios de lesa humanidad que ha llevado adelante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N1 de Córdoba (en adelante TOF1) – el último de los cuales, conocido como “La Perla”, aún está transcurriendo-, la cantidad de medios acreditados ha sufrido una merma considerable.

Desde el primer juicio realizado en el 2008 en los cuales 66 medios locales, nacionales e internacionales solicitaron acreditación, se pasó en la causa “Menéndez II” a sólo 41 medios. El interés subió parcialmente en la causa “Videla “ (2010) -en la cual la cantidad de acreditaciones llegó a 51 medios – para tener hoy en el juicio “la Perla o Menéndez III” sólo 45 medios de los cuales raramente más de diez asisten a las audiencias )[2]

Mas allá del interés y la expectativa lógica del primer juicio ha sido notable cómo, con el trascurrir de los juicios, la sala de prensa habilitada para el trabajo de los periodistas acreditados, hoy sólo es ocupada por medios que comparten editorialmente la política de derechos humanos llevada adelante por el Gobierno nacional y por páginas web y blogs específicos de esta temática, con una esporádica cobertura del principal diario de la provincia de Córdoba, el matutino “la Voz del Interior”.

Es entonces cuando nos preguntamos por la vigencia de esos criterios de noticiabilidad que estudiamos como sagrados. Para citar un ejemplo: una causa con más de cuatrocientas víctimas, con más de 40 imputados entre los cuales están, el ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, Luciano B. Menéndez, el ex líder de la rebelión carapintada Ernesto Barreiro, miembros la policía de Córdoba que tuvieron altos cargos recientemente en gobiernos democráticos, representantes del Comando Libertadores de América , etc,. y que narra día a día -con testimonios humanamente desgarradores- pedazos de la historia de nuestra provincia cuyos efectos y su entramados se sienten aún hoy, no logra capturar minutos de aire ni centímetros de papel en la mayoría de los medios de comunicación de Córdoba.

Paradójicamente, días atrás, el nombramiento de César Milani al frente del Ejército argentino, fue primera plana en todos los medios de comunicación no oficialistas por el hecho de su supuesta vinculación con la desaparición del conscripto Alberto Agapito Ledo ocurrida en Tucumán en el año 1976.

Este hecho sí fue considerado una noticia y jerarquizado como importante por esos medios de comunicación, que lo vislumbraron como una contradicción en la que habría incurrido el Gobierno Nacional en relación a su política de derechos humanos.

Sólo como para ilustrar este hecho se puede señalar que el diario La Nación, sólo en los meses de julio y agosto de 2013 publicó 114 notas relacionadas con César Milani, mientras que el principal diario local, La Voz del Interior, en igual período de tiempo publicó 6 notas relacionadas con el Juicio La Perla.

El nombramiento de un militar con una situación a priori confusa en una causa de lesa humanidad al frente del Ejército Argentino, amerita el tratamiento noticioso pero de repente – y por decisiones editoriales- empezamos a ver en los noticieros y en las páginas de los diarios términos como “deserción”, “tortura”, “muerte”, “desaparecidos”, “inteligencia militar”, “familiares”, “víctimas”, “sobrevivientes”. Palabras con las que estamos habituados a convivir los que a diario seguimos las audiencias de los juicios de lesa humanidad. Entonces pareciera que los derechos humanos son “tema de agenda” y «a la gente si le interesa».

El tema “Milani” es un ejemplo de cómo la agenda de los medios y los criterios de noticiabilidad fluctúan más de acuerdo a los intereses de las empresas periodísticas que al interés del ciudadano en general.

*Periodista y Secretaria de Prensa de la Cámara de Apelaciones Federal de Córdoba